sábado, 5 de febrero de 2011

Big Love o el amor es cosa de cuatro


Llevo días enganchada a Big Love, una serie con un guión fantástico y un aún mejor cásting de actores. Confieso que, al principio, la idea de ver una serie que retrata la vida de una familia mormona no me acaba de convencer. Al final, la curiosidad y las buenas críticas que había leído acabaron por vencer esas reticencias iniciales y no me arrepiento para nada. Es una serie original ,con un punto de partida polémico, que habla sobre las complicadas relaciones de la familia Henrickson formada por un empresario, sus tres esposas y sus respectivos hijos. Su equilibrada combinación de drama y humor, las geniales interpretaciones de sus actores (Bill Paxton, Jeanne Tripplehorn, Chloë SevignyGinnifer Goodwin) y la variedad de sensaciones que despierta cada uno de sus personajes y sus tramas, la convierten en una serie recomendable para aquellos que quieran algo diferente. Quizás de entre todos sus personajes destacaría a la segunda esposa de Bill Henrickson al que da vida Cloë Sevigny. Sus contradicciones y su llamativa ambigüedad moral me han hecho dejar de lado su faceta más conocida para mí: la de it girl o trendsetter. La verdad es que además de tener estilo y personalidad vistiendo es una actriz como la copa de un pino. Un punto más para ella.

Volviendo a la serie, es una casualidad que haya empezado Big Love justo cuando ya se sabe que echará el cierre después de su quinta y última temporada. HBO, cadena que la emite y produce, ha decidido cancelarla alegando "problemas de guión". Sea cual sea la razón verdadera de su adiós, creo que cinco temporadas son suficientes para decir, tal y como está el panorama de series, que Big Love ha tenido una larga vida.

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